Relatos escritos por Esther Sanz Agradecería vuestra opinión aunque sea negativa

sábado, 4 de agosto de 2012

Rebelión


La sala de actos, rojo metálico, albergaba una centena de representantes del planeta Airon. Los esclavos recorrían la sala entreteniendo a sus amos. Un consejero sujetó firmemente la cintura de una de ellos. Unos ojos aparentemente vacíos, observaron al amo fijamente. Los esclavos biotecnológicos eran baratos pero un tanto impredecibles. Los biorobots no eran aún perfectos.

El sirviente 2507 se zafó y caminó con pasos mecánicos hasta su cubículo de reposo en una pared de la sala. Sus ojos se clavaron en el resto de cubículos en el que descansaban los otros seres sin voluntad. La señal de apagado intentó penetrar su cerebro pero en esta ocasión no lo consiguió. 2507 tomó plena consciencia de sí mismo. Desorientado, abandonó su cubículo y miró fijamente lo que acontecía en aquella estancia. Su mente rememoró en pocos segundos, vivencias, hasta entonces olvidadas…Los humanos no eran dueños de sí mismos…Hacía una década, el planeta Airon y toda su humanidad, fueron sometidos…Una raza de autómatas, creados por ellos mismos, se rebelaron y tomaron el control. Los humanos fueron finalmente eliminados y su raza extinguida. Siglos más tarde, instalados en el tedio, las máquinas decidieron recrear genéticamente de nuevo a los humanos para usarlos como esclavos.

2507, recordó su verdadero nombre, Sara. Al instante, se dirigió al panel de control de los cubículos e introdujo una serie de códigos. El resultado fue satisfactorio. Los cubículos emitieron una serie de ruidos sordos. Sus portezuelas se elevaron al unísono y tras ellas asomaron con gestos desorientados, los cuerpos, ya liberados, de quienes en un tiempo no muy remoto fueron dueños de sí mismos… Había llegado el momento. Los antiguos habitantes de Airon no estaban dispuestos a que sus cerebros volvieran a ser manipulados… Ellos fueron sus creadores y se encargarían de hacerlos desaparecer…

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