Relatos escritos por Esther Sanz Agradecería vuestra opinión aunque sea negativa

jueves, 20 de noviembre de 2014

Almas Encontradas


Tengo los nervios a flor de piel. No sé que hago aquí parada en la terminal del aeropuerto. Nunca pensé que este día llegaría. ¿Yo cogiendo un avión? Qué locura… mis piernas tiemblan y mi respiración se acelera. Tengo ganas de huir… Me armo de valor y me dirijo a la puerta de embarque. Mi avión sale en cinco minutos. No me encuentro bien, pero tenía que haberlo pensado antes. Cuando me acomodo en uno de los asientos cierro los ojos fuertemente. No quiero abrirlos hasta llegar a mi destino. La angustia me paraliza. De repente noto que alguien me roza la pierna. Siento una vibración intensa. Un cosquilleo generalizado, pero sigo sin abrir los ojos. No me atrevo… Estoy asustada… Me mantengo en esa posición en lo que parece ser un largo periodo de tiempo…Una eternidad, diría yo… Noto que mi compañero de asiento roza mi hombro y unos labios susurrando en mi oído…
_ ¿Estás nerviosa? No te preocupes, cuando te quieras dar cuenta ya habremos aterrizado…
Siento un cosquilleo en todo mi cuerpo…Esa voz profunda y sensual ha conseguido calmarme un poco…
_ Cuando me levante, sígueme…
Siento como se levanta del asiento y como su cuerpo roza el mío mientras intenta salir de su asiento continuo al mío… Siento curiosidad y excitación. Me descubro con los ojos semi abiertos observando su silueta… lo que veo me gusta pero no sé si hacer caso de su sugerencia… Abro completamente los ojos. Mi curiosidad lucha con la advertencia de mi mente…Es un desconocido y no se lo quiere…Al final me decido. Me levanto de mi asiento
Y dirijo mis pasos hacia el desconocido. Me paro a la altura de los baños… No lo veo por ninguna parte… ¿Habrá sido una mala jugada de mi mente? ¿Mis nervios me habrán traicionado y todo ha sido una ilusión…? Noto como mi rostro cambia de expresión… ¿Será decepción…? Doy la media vuelta para dirigirme nuevamente al asiento cuando una mano me agarra el brazo arrastrándome hacia uno de los baños… Estoy asustada pero no consigo articular palabra…El desconocido posa sobre mis ojos lo que parece ser un pañuelo suave y oscuro...
_ Déjate llevar y disfruta…Te dije que este viaje se te hará muy corto, ya lo veras…
Su voz me deja hipnotizada…no sé lo que quiere pero comienzo a notar que mi sexo se humedece… me coloca contra la pared y amarra mis brazos tras mi espalda a lo que parece ser una tubería del habitáculo…
_Relájate y siente… Cuando aterricemos descubrirás mi identidad…y espero que el placer que sientas en estos momentos compense lo que lo veas…
Su susurro eriza mi piel completamente… Siento la necesitad de tocarle, de sentir su cuerpo sobre el mío… Sus labios se posan sobre mi cuello mientras con la otra acaricia mi nuca… Me retuerzo ligeramente… Desliza su lengua húmeda con pequeños besos sobre mi cuello desnudo, dirigiéndose hacia la clavícula y siguiendo hacia el nacimiento de los pechos. Mis pezones responden endureciéndose y comienza a besar uno de ellos succionándolo y provocando que mi clítoris palpite y mi sexo se humedezca más… Mi cuerpo se arquea suplicando…Sus manos acarician mi cintura mientras sus labios siguen su recorrido por el abdomen parándose en el nacimiento de mi monte de venus a la vez que dirige sus manos hacia mis pechos, pellizcando cada uno de mis pezones… Vuelvo a arquearme…Necesito sentir su lengua en mi sexo… Me sube la falda hasta la cintura y aparta mi tanga ligeramente volviendo a jugar con su lengua húmeda, esta vez sobre mi ingles…Me retuerzo…No puedo liberarme…De mi boca salen unos pequeños gemidos consciente de que me pueden oír… Pero no me importa… Estoy completamente excitada… El desconocido se aparta unos segundos y escucho como busca algo cerca de nuestros cuerpos… Se deshace de mi tanga y separa mis piernas, dejándome expuesta totalmente…Siento como algo se introduce poco a poco en mi vagina mientras sigue lamiendo mis ingles y me sobresalto…Mis gemidos comienzan a subir de tono…Sigue jugando metiendo y sacando suavemente el vibrador formando unos círculos para que se deslice bien a través de mis paredes vaginales, mientras que su lengua juega con mi clítoris… Deseo gritar, suplicarle que necesito su cuerpo junto al mío consciente de que no puedo hacerlo… Comienzo a sentir un calor intenso que recorre todo mi cuerpo…deseo contribuir con mi placer proporcionándoselo a él, pero me es imposible estando maniatada… Mi cuerpo se contrae, provocando que se arquee más exageradamente… Siento como llega…Como mi vagina se contrae y explota un orgasmo que hace que mi cuerpo tiemble y que luche por liberarse… Mientras que el tapa con su mano mi boca para que no pueda liberar un grito que amenaza por salir desde lo más profundo de mi alma…Cuando por fin parece que todo vuelve a su calma, el desconocido retira el vibrador de mi vagina y con su lengua lame toda la humedad de mi vagina e introduce un dedo en mi ano… Siento como otro orgasmo atraviesa todo mi cuerpo mientras que el sigue jugando… se levanta y besa mis labios sin apartar su dedo de mi ano… Ufff…Nunca había sentido tanto placer con un hombre…Intento sin existo liberarme…
_ Te voy a liberar, pero no quiero que te quites la venda. Quiero que siga existiendo esta magia…
Me retira las ataduras y me pone contra la pared provocando que me agache ligeramente… vuelve a subirme la falda y noto como su pene va introduciéndose en mi vagina…Sujeto la pared firmemente con mis manos y empiezo a moverme en círculos, moviendo mis caderas y llevándolas hacia él para sentir su miembro más dentro de mí, mientras que el sujeta con una mano mi cadera y con la otra uno de mis pechos, apretándolo, buscando un mayor contacto, mientras que yo acaricio mi clítoris palpitante, sediento de un nuevo orgasmo… Noto como retira la mano de mi pecho y algo se introduce en mi ano, poco a poco, produciéndome más placer si cabe…Nuestros gemidos se hacen más contantes…Inmediatamente el se retira y me da la vuelta, colocándome su pene a la altura de mi boca… Se la agarro y me la introduzco en mi boca deslizando mi lengua por su glande mientras que mi mano desliza su piel de arriba abajo cada vez a un ritmo más elevado…No dejo de acariciar mi clítoris…Nuestro cuerpos comienzan a contraerse y mi boca se llena de su líquido espeso…no dejo que se esparza ni una gota y la saboreo deleitándome mientras que mi cuerpo se empapa de un orgasmo profundo e intenso del que empezamos a acallarlo con un beso mágico y excitante, jugando con nuestras lenguas, saboreando nuestras almas perdidas hasta ese instante…
No creía que ese momento mágico lo pudiera suplir ningún otro, estaba segura de ello… Se separa de mi lado y al cabo de unos minutos escucho como la puerta se abre cuidadosamente dejándome allí dentro deleitándome del placer vivido…
_Te espero en mi asiento. Espero que hayas disfrutado lo mismo que lo he hecho yo…
Acto seguido cierra la puerta tras de sí y me quito la venda…Me aseo sin poder quitar de mi rostro una sonrisa amplia y me dirijo a descubrir quién me ha hecho sentirme viva…
Mientras me voy acercando pienso que me he equivocado de asiento… No puede ser…Le conocía… Es el hombre con quien llevaba soñando vivir esta experiencia durante mucho tiempo… Nos miramos profundamente y nuestras sonrisas iluminaron todo el avión…

lunes, 10 de junio de 2013

Ábrete

Me descubro excitándome solo con el contacto de ¿una pluma? Creo que sí. Ese contacto  suave, se desliza por cada rincón de mi cuerpo mientras  me retuerzo placenteramente. Mis ojos siguen vendados. Lucas ha querido darme una sorpresa por mi cumpleaños. Un regalo placentero, me dijo. Siento como se deslizan unas manos por mi espalda mientras una lengua  acaricia mis ingles. Ufff… Quiero gritarle que acabe con esta agonía, pero a su vez, necesito que se prolongue… Lucho por que mis manos, atadas a la cabecera de la cama, se liberen de esos lazos expertamente sujetos. Elevo todo mi cuerpo tensionando todos mis músculos.
-Lucas, por favor, libérame y acabemos con esto. Te necesito…
No obtengo respuesta y comienzo a ponerme nerviosa. Mi excitación está llegando al límite y mi primer orgasmo amenaza con llegar explosivamente. Comienzo a jadear fuertemente mientras  se intensifica el contacto de su lengua en mis labios inferiores.
Noto como llega esa culminación que hace que me retuerce muy exageradamente y grite entre jadeos. Tiemblo mientras siento que llega otro. En ese instante me libero, sujeto  sus hombros para elevarlo a mi altura para hacer que me penetre con urgencia.
-Espera un momento Lucas- me libero de la venda entre jadeos.- ¿Quién es este que tienes delante tuyo?
Quien había echo que gritase de placer  era un chico al que él le estaba dando guerra…
-Que bien te ha venido poner de excusa mi sorpresa para poder cumplir tus fantasías.
Lucas, mirándome como un niño asustado, fue a separarse de su compañero de juegos.
-No, espera, podéis seguir… Yo también quiero disfrutar de tu fantasía…- le digo en un susurro mientras llevo sus muñecas hacia la cabecera de la cama.
 Esta vez sólo él iba a sufrir la tortura placentera de estar atado…

lunes, 3 de junio de 2013

Háblame

Mantengo mis ojos cerrados en la oscuridad de mi habitación mientras escucho el barullo que se concentra en el portal. En mi bloque, el 50 de la Calle Uranzu, normalmente tranquilo, habitan todo tipo de personajes. Los denomino así, por lo variopinto de sus caracteres. Solo diré que Marta, la del décimo, mientras todos dormimos por la noche, se recorre todas las puertas del edificio y escupe en las mirillas. ¿ Que por qué lo se? Una vez , recibí uno de sus regalos. Sí…¿Qué por qué lo hacía? Eso solo lo sabe ella, es muda…
Me levanto dispuesto a mantener una seria charla con mis vecinos. La sirena de una ambulancia se aproxima , y me visto con rapidez. Al entrar en el baño veo como una silueta, que no es la mía, se dibuja en mi espejo. Me restriego los ojos y al abrirlos Marta me sonríe.
-¿Sabes por qué lo hacía?.
Mudo, niego con la cabeza.
-Por que nunca os habéis dignado a dirigirme una sola palabra. Era muda, no sorda…
Mientras observo como su ente desaparece, me vuelvo y abro la puerta de la calle. Marta yacía en el suelo, inerte, con una nota en la mano, mientras los vecinos la rodeaban  murmurando entre ellos.
Me acerco y desde una distancia prudencial, leo…
¿Sabes por qué lo hago? Por que nunca os habéis dignado a dirigirme una sola palabra. Soy muda, no sorda…
Solo buscaba una reacción… Porque la tristeza la consumía.
Le faltó algo en su vida, si… Las palabras…

Caída Inesperada

Una espalda situada justo en su campo de visión no le permitía ver  bien el partido de tenis donde su hermano participaba.

-Perdona.- le dice Julia con cara de pocos amigos mientras le da unas palmaditas en uno de sus hombros. Sintió una descarga eléctrica que la dejó asustada y al apartarse se cayó de bruces. En cuestión de segundos se vio en brazos de aquel tipo enredada de tal manera que no podía ni moverse, con la camiseta mojada de coca cola y Luca, que era como se llamaba el incordión, observándola con extrañeza mientras su cabeza chorreaba de un liquido rojizo y pegajoso. Las patatas fritas caían al suelo a medida que resbalaban por su cabello ahora enmarañado.

-¡Vaya! ¿No sabía como llamar la atención y tuviste que echarte en mis brazos? Que sepas que ya me había fijado en ti, pero después de esto, ya sabes donde nos toca la próxima cita.- le dice Luca con una mueca burlona.

-No me seas engreído, no pienso acostarme contigo- le contesta Julia mientras intentaba zafarse de sus brazos.

-Pues parece que te gusto el tamaño de mi paquete… Si apartas la mano podremos hablar de otro tipo de cita…

sábado, 4 de mayo de 2013

Competición en Monscolandia


En un mundo lejano, donde las estrellas casi se pueden tocar, la multitud se prepara para el que suele ser el evento más importante del año.
Una carrera donde cocodrilos y monstruos fabrican sus propios bólidos y se enfrentan por un gran premio.

_ ¿Un viaje a la tierra?- dice Leo entusiasmado mientras saborea un helado de fresa.

_Sí Leo, pero olvídate, no tienes ninguna oportunidad- le dice Rif, un monstruito con ojos alegres y una boca casi tan grande cómo su propio cuerpo.

_Rif, tengo la misma oportunidad que todos los participantes- dice Leo mirando a su hermano con ojos desafiantes.

Leo es un niño al que los padres de Rif adoptaron cuando tan solo era un bebe. Es valiente y sobre todo muy competitivo. Lo único que le asusta es la oscuridad, pero para la carrera no le afecta, porque la competición es durante el día.
Con decisión, Leo se dirige a la zona de inscripción y coloca la mano derecha en una placa de cristal.

_Aceptado- dice una voy chillona desde detrás del cristal.

Leo, después de darle a Rif un beso en la frente, se coloca una pulsera en la muñeca izquierda con un número de inscripción, el 4, y se dirige con paso firme al garaje donde su padre guardaba su mayor tesoro. Un coche de carreras que fabricaron juntos y del que Leo se sentía muy orgulloso.

_Voy a machacarlos a todos- dice Leo en voz alta mientras saca el bólido del garaje.

_Eso habrá que verlo- le contesta Ruf, un cocodrilo cascarrabias y malhumorado desde el otro lado de la calle.

_ Prepárate Ruf, y ni se te ocurra hacer trampas- le grita Leo mientras se dirige a la zona de carrera.

Los habitantes de Monscolandia esperan expectantes desde las gradas a que los participantes se coloquen en posición de salida. Ya colocados y calentando motores, se escucha un sonido gutural, un sonido que solo Clarisa, una cocodrilo soprano puede realizar y que indica  por fin la salida.

A inicio de la advertencia todos aceleran hasta el punto que cuatro de los siete participantes queman los motores de sus coches, quedando fuera de la carrera.

Leo, Ruf y Rino, un monstruo que apenas entraba en la cabina de su coche, aceleran a tope.

Leo, que va en cabeza, nota que algo le empuja por detrás. Es Ruf, haciendo trampas como siempre. Leo, nota que el motor le falla mientras que ve como Ruf y Rino le adelantan.
Inmediatamente, Leo pulsa un botón  colocado debajo del volante y aparecen unos motores turbopropulsores gigantes que hacen que el bólido se estabilice y coja velocidad, sobrepasándoles en cuestión de segundos.

Casi llegando a la meta, Leo vuelve a sentir un golpe seco, esta vez en el techo de su bólido. Es Rino, que ha perdido el control del coche gracias a Ruf. Ese cocodrilo cascarrabias acababa de ser descalificado por hacer trampas.
En ese mismo momento, Leo sobrepasa la meta con Rino en el techo.

_Papa, ¿quién ha ganado? ¿Quién a ganado?- pregunta Rif muy nervioso.

_Habrá que esperar que decide el jurado Rif.- le dice su padre dándole unos golpes suaves en la cabeza.

Tras esperar unos largos minutos, muestran en pantalla la parte donde sobrepasan la línea de meta, donde curiosamente parece que los dos bólidos están alineados, pero si te fijabas bien , solo uno era el ganador. Uno de los miembros del jurado se levanta con decisión de su cubículo y grita mirando a la multitud.

_Cocodrilos, monstruos, humanos. El ganador es: LEOOO

Leo emocionado se acerca al jurado para recibir el premio. Por fin iba a viajar a la tierra y conocería su mundo de origen. El mundo de donde el procedía, aunque su verdadera familia se encontraba en Monscololandia, pensó mientras les abrazaba con fuerza…

Súper Spaguetti


Tras las calles repletas de salsa boloñesa, la marabunta de
gente huía despavorida. El peligro acechaba en la ciudad.
Albondigoz, tras años recluido en Cacerola city, había vuelto.
Espagueti pensó que nunca más volvería a encontrarse con
semejante enemigo. Un ser atroz, dispuesto a destruir todo
aquello que encontrase a su paso.
Súper Espagueti, dispuesto a salvar a todos los habitantes de
la ciudad, llego a tiempo a la casa de la familia Hambur, que
llevaba horas intentando desalojar su casa.
Albondigoz y sus secuaces les impedían el paso. Buscaba
venganza, y papa Hambur era su principal objetivo. Súper
Espagueti, con su cola escurridiza, consiguió bloquear el ataque
salsa boloñesa de sus secuaces. Expulsando tiras de espagueti
de sus muñecas, los noqueó a todos. Albondigoz, sintiéndose
indefenso, intentó huir con la mala suerte de caerse desde el
ático donde se encontraban. Todos se asomaron. Incrédulos,
divisaron desde lo alto a un Albondigoz corriendo despavorido
con lágrimas en los ojos. Con la caída, se había convertido en
hamburguesa. El impacto le había jugado una mala pasada…

viernes, 30 de noviembre de 2012

Placer inesperado


La oscuridad de la noche envuelve mi cuerpo. La luna en lo alto, llena, se refleja en mis ojos.
Mi cuerpo, cubierto solamente por una gasa blanca que me acaricia suavemente, palpita
ansiosamente por el contacto de un cuerpo masculino. Llevaba días preparando este
encuentro. Deposito dos copas de champán en una mesa de cristal y me recuesto en una de
las hamacas situadas en la terraza de la habitación del hotel. Siento el roce de la gasa en mi
sexo y noto como se va humedeciendo. Instintivamente comienzo a elevar mi pelvis con
movimientos circulares para alcanzar más intensamente ese contacto tan placentero. Mi mano
derecha acaricia uno de mis pechos mientras que la otra va recorriendo cada rincón de mi
cuerpo buscando un placer más intenso. Rozo superficialmente mi sexo y lo encuentro
totalmente húmedo. Pienso en que debo parar, guardarme para el hombre que llevo
esperando desde hace una semana. Al vivir en distintas ciudades, los encuentros siempre eran
muy limitados pero intensos. No puedo reprimir las ganas de introducir uno de mis dedos en
mi sexo y lo hago. Escucho mis gemidos como en la lejanía. Poso mi mano en mi pubis y con
movimientos circulares lo acaricio a punto de alcanzar un orgasmo que promete ser muy
intenso. De pronto, noto como otra mano se posa en uno de mis pechos y una lengua sedosa
en mis labios inferiores. Estoy tan excitada que no me atrevo a abrir los ojos. Un calor intenso
recorre todo mi cuerpo y noto como llega el momento culminante. Elevo la pelvis y grito
intensamente disfrutando de cada segundo. Esa lengua experta se posa sobre mis labios y
acaricia la mía con ternura. Acerca sus labios a mi oreja y me susurra con voz dulce y
claramente femenina.
- No pude resistir la tentación de ayudarte.
Una sonrisa se dibuja en mis cara mientras observo como la camarera del hotel sale por la
puerta cruzándose con el hombre al que llevaba rato esperando…

                                                                                       Relato Ganador de la Biblioteca Encantada

Criaturas del cielo


Dela se giró instintivamente al sentir sobre su piel húmeda por el sudor, el filo de una daga
empuñada por una mano peluda y mal oliente. Esquivó el envite sin apenas esfuerzo. Estaba
acostumbrada al combate cuerpo a cuerpo. Asió firmemente su espada bañada en sangre
y la introdujo sin esfuerzo en la yugular del enemigo. Llevaban horas inmersos en una lucha
sin tregua. La criatura que le bloqueaba el paso la sonrió maléficamente. Eran criaturas sin
alma. Difíciles de aplacar, pero no se rendirían tan fácilmente. Cogió con su mano libre la
cabellera encrespada de ese ser inmundo y tiró de la otra para retirar la espada de su cuerpo
ya inerte. No pudo permitirse ni un leve descanso. De repente se vio rodeada por cientos de
ellos. Habían ordenado retirada. Y toda su gente huía sabiendo que esta vez la batalla no era
de ellos.
Dela, en cuestión de segundos, comprendió cual era su destino. No tenía nada que hacer ante
un enemigo tan numeroso, pero combatiría hasta final, hasta caer exhausta. Moriría sabiendo
que lo había dado todo por los suyos. La tristeza se apoderó de ella cuando en su mente se
dibujaron imágenes terroríficas, aldeas quemadas, niños gritando de desesperación…
Al momento, escucho un ruido ensordecedor. Elevó la cabeza hacia el cielo al mismo tiempo
que sus enemigos.
Una luz cegadora se abrió a través de unas nubes negras que cubrían toda la comarca, y de
ella emergieron criaturas nunca vistas. El enemigo se apartó asustado retirándose susceptible
a lo desconocido. Dela se quedó quieta sin poder reaccionar. Eran hombres armados con
artefactos desconocidos. No sintió miedo, sabía de qué bando estarían. Y esperó sabiendo que
ahora si habían ganado la batalla pero aun así les quedaba enfrentarse a una guerra…

Paco,Manuela y Viceversa


- Descongela el chorizo Paco.

-¿Cómo? ¿Has dicho chorizo? ¿Has metido el chorizo en el congelador?

- Pues claro. Mira tú este. Aquí no se tira nada. Antes soy capaz de hacer un puchero con todo
ello.

- Manuela, por favor, ¿qué te ocurre? ¿Desde cuándo te viene esta vena ahorrativa? Si con lo
que tú comes, no te da tiempo a que se te estropee ni un potaje para diez comensales.

-Exagerado. Además forma parte de mi dieta. Lo leí en una revista. Hay que meter en el
congelador toda aquella comida que te pueda provocar una tentación. Y porque no puedo
meter a ese morenazo…si no…

- Ya quisieras tú cambiar de aires. Yo por mi, a gusto me tumbaría junto a esa escultura, pero
me tengo que conformar. Decídete, turismo o relax en la playa.

- Venga Paco turismo, que el ejercicio es lo ideal.

-¿Para qué? ¿Para volverme loco? Menudas vacaciones me esperan.

-¿Entonces qué haces preguntando? Si sabes que no vas a estar de acuerdo con lo que yo
decida…

-Tenía la esperanza de que por esta vez coincidiésemos en una decisión.

- Llevas intentándolo veinte años Paco, ya es hora de que desistas…

Vacaciones con cabeza


Braceo sin apenas esfuerzo sobre la inmensa y extensa masa de agua alojada en esta increíble
isla…”Menorca”.

Cualquier preocupación alojada en mi mente queda olvidada mientras observo absorta la
lejanía del horizonte. Mantengo los ojos cerrados y lo primero que aparece en mi imaginación
es una sabrosa caldereta de langosta. No puedo evitar que descienda lentamente de mi
comisura, un pequeño hilillo húmedo. Relamo esa zona en concreto y habiendo recogido
mis enseres dispuestos ordenadamente sobre la arena, me dirijo en dirección al hotel. En
el interior de la habitación, sobre la cama, tendido con sutileza, hay un vestido de gasa azul.
No recuerdo haberlo comprado nunca. Aún así, después de una ducha refrescante, me lo
enfundo como si un guante pareciera, y me quedo absorta tras mi visión en el espejo. Qué
extraño. Siento que el vestido se empapa. Mi cuerpo. Me ahogo. Por dios. Abro los ojos y
braceo con fuerza hacia el exterior de esos brazos húmedos y atrayentes. Es que no se puede
soñar despierta. Que susto…una vez en el exterior, me tumbo boca arriba sobre la arena y me
permito seguir soñando despierta…algo que no se puede hacer en cualquier parte…seguiré
disfrutando de mis vacaciones…

Sueños pasados por agua


Ah, las vacaciones…Estoy tumbada en la playa con la cara apoyada en la arena junto a la orilla, dejando que las olas del mar golpeen mi cara…siento el frescor del agua cerca de mi boca y hay un total silencio, a excepción del sonido de mar…qué paz…Que ganas tenía de estar de vacaciones, ya no podía más…
Una mosca muerta y  un tapón de agua se me meten en la boca…uagg! Me levanto tambaleándome de la arena con la ropa completamente empapada de agua y escupiendo como una loca…Un momento, ¿con la ropa? ¿En la arena? ¡Si estoy en la acera! La cabeza me da  vueltas y me duele la cara. Todo está un poco borroso y oigo voces a mi alrededor… ¿Estás bien chica? Alguien me ayuda a incorporarme y consigo enfocar la vista… ¡Mieeerda! ¡No estoy de vacaciones! ¡Estoy en la entrada de mi trabajo! ¡Me he caído de cabeza a un charco!

                                                                                                  Relato ganador de Catillos en el Aire

Encuentro



Descubrí una roca plana en una playa cercana a mi hotel. Sentí que era especial. Me aproximé a ella y recorrí mi mano por la suavidad de sus formas. Al conseguir ponerme frente a ella, me tumbé boca arriba y me permití el lujo de mantener mi mente en blanco. El agua del mar, al chocar contra las rocas, salpicaba mis mejillas y mi cuerpo semidesnudo. Un bikini minúsculo tapaba las partes más sugerentes de mi cuerpo. La fresca brisa evocaba en mi, recuerdos apenas olvidados por el tiempo. Esas vivencias lejanas que se mantienen en un rincón de la mente, pero que solo se despiertan con pequeños estímulos sensitivos. Me incorporé unos centímetros y observando el horizonte pensé en lo poco que echaba de menos ciertos aspectos de mi vida.
La bravura de las olas no dejaban que mis ojos alcanzaran una visión más nítida del horizonte. Se asemejaba bastante a las sensaciones encontradas que experimentaba mi cuerpo desde hacía varios meses. Abrí los ojos. Un cuerpo varonil tapaba todo atisbo de luz solar. Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Llevaba tiempo esperando ese momento. El cosquilleo que me recorrió el vientre, afianzó un sentimiento que nació entre los dos e iba creciendo a medida que pasaba el tiempo.
Estas vacaciones no estaban pensadas para conocer un lugar recóndito del mundo. Ni siquiera para descansar de una vida sosa y rutinaria. No… Por fin conocía al amor de mi vida. Un amor que nació de las palabras… No sabía si perduraría en el tiempo. Lo único que podíamos hacer, era vivir cada minuto intensamente…

Incertidumbre


Sentí como el corazón se me desgarraba. Los sentidos embotados surgieron desde un hondo pesar que se concentro en todo mi cuerpo. Recostado como estaba, en esas sillas incómodas diseñadas seguramente para un despache rápido, dirigí mi cabeza hacia delante. Mis manos la sujetaban intentando aplacar un sentimiento incómodo. Sentí la necesidad de levantarme y gritar. Solo veía borrosas batas de color deambulando por la sala de espera. Mis ojos vidriosos observaron como un niño, apenas recién nacido, lloraba en brazos de una mujer cansada, Seguramente llevaba sentada en esa silla horas. La sanidad decaía por momentos. Los servicios estaban descompensados. Pocos médicos y demasiados celadores y enfermera/os. Pasé de la pena a una furia interna  provocado por una falta de incompetencia. Mis manos entrelazadas luchaban por no separarse. Sentí la necesidad de preguntar. Su niña, su pequeña Amanda había ingresado de urgencia hacía tres horas. La espera, tediosa, se estaba alargando. No podía evitar sentirme preocupado. Me levante decidido y me dirigí al mostrador de urgencias…
- Disculpe, por favor, ¿podría decirme como está mi hija? Amanda Ramos. Llevo tres horas  esperando y quisiera saber si está todo bien.
- Si, Amanda se encuentra estable. Se complicaron las cosas y tuvieron que operarle de urgencias. Preguntaron por usted en la sala de espera pero no le pudieron localizar. En breve le llamarán para que pueda verla.
-¡Vaya! ¿Está segura de eso? Sólo me he ausentado dos veces.
Ya no me escuchaba. Me sentí mal por no haber estado en ese momento pero no entendí que no me hubieran buscado. Me senté y seguí esperando…

martes, 21 de agosto de 2012

Nostalgia

El fresco olor de una noche cargada de magia hace que eleve mi mirada nostálgica hacia un cielo estrellado. Mis pensamientos viajan a un lugar lleno de flores multicolores, aves cantando melodías tranquilizadoras, gentes amables apostados al pie de sus casas. Niños correteando por las calles de un pueblo tranquilo y entrañable…


No consigo olvidar esas comidas copiosas pero a su vez deliciosas. La lectura diaria bajo un árbol frondoso conseguía adormilarme tras varias horas de sumergirme en un universo de personajes aventureros, con lugares enigmáticos e historias imposibles.

No consigo olvidar la compañía diaria de unas caricias amables, unos besos urgentes que encendían algo en nuestro interior. Una llama ardiente que solo se apagaba al finalizar la noche…

No consigo olvidar esa despedida cargada de sentimientos, pero que ninguno pudo expresarlos por algún tipo de miedo irracional.

No consigo olvidar esa lágrima expresada a destiempo, mientras el avión sobrevolaba un cielo surcado de nubes blancas…

No consigo olvidar la imagen de ese pueblo empequeñecido a causa de la gran altura que había alcanzado el avión que me llevaría a una vida monótona, a una rutina diaria…

No consigo olvidar que “sí” se pueden vivir momentos inolvidables…

lunes, 13 de agosto de 2012

Encuentro inesperado

Sonia, agazapada en el sofá, escucha atentamente una voz que por años, y todavía ahora, la cautivaba. Permanecía quieta, aguzando el oído. Sus sentidos, incluso los más ocultos, solo se despertaban en esos momentos que aprovechaba para relajarse. Necesidad, era lo que su cuerpo demandaba…necesidad de conocer, de poner rostro a ese hombre, ese locutor de radio que inspiraba en ella noches de locura. Sensaciones hasta entonces agazapadas en el interior de su exuberante cuerpo.


De repente, sonó el teléfono inesperadamente. Asió el auricular e intentó desperezarse…al escuchar la voz al otro lado, su corazón le dio un vuelco. No podía ser. Eran de la radio. Habían seleccionado un número de teléfono al azar y al parecer ella era la ganadora. Una sonrisa se dibujó en su rostro, pasando de la melancolía a la alegría absoluta. Por fin podría ponerle cara. Imaginó mil formas para acercarse a él. Todavía temblaba emocionada. No podía estar ocurriendo…

Esperó excitada a que el claxon del taxi le avisara de su llegada. Asió el bolso y salió disparada. El taxista, al verla, silbó alabando semejante monumento. Se había enfundado en uno de sus más atrevidos vestidos. Corto y veraniego, dejaba entrever gran parte de su anatomía menos las más explícitas… Al llegar al destino, se apeó nerviosa y se adentró en los estudios de radio. Allí se encontró, tomando un café a una pareja charlando amenamente. El chico rondaría los 40 años y ella no tendría más de 50. El hombre estaba cumpliendo sus expectativas. Era guapete, morenazo con ojos verdes, su cuerpo fibroso enfundaba una camiseta ajustada y bermudas con motitas floreadas que le daban un aire algo más juvenil. Se acercó a ellos y les saludó con su mejor sonrisa…

-Hola, soy Sonia…me habéis llamado hace un par de horas. La ganadora del concurso ese… La verdad, es que no sé seguro qué he ganado…

-Pues has ganado una cena con tu locutor preferido.

Sonia cambió su cara, a la más pura extrañeza. Quién había contestado había sido ella, y su voz era exactamente igual que la que escuchaba en casa imaginándose noches de pasión, idilios con finales húmedos, besos hipnóticos…Qué raro le resultaba todo ahora. Llevaba años enamorada de una voz, y nunca se imaginó que podía ser de una mujer…Pensó que la realidad nunca podría superar la ficción…lo acababa de comprobar…La decepción se dibujó en su rostro…

sábado, 4 de agosto de 2012

Rebelión


La sala de actos, rojo metálico, albergaba una centena de representantes del planeta Airon. Los esclavos recorrían la sala entreteniendo a sus amos. Un consejero sujetó firmemente la cintura de una de ellos. Unos ojos aparentemente vacíos, observaron al amo fijamente. Los esclavos biotecnológicos eran baratos pero un tanto impredecibles. Los biorobots no eran aún perfectos.

El sirviente 2507 se zafó y caminó con pasos mecánicos hasta su cubículo de reposo en una pared de la sala. Sus ojos se clavaron en el resto de cubículos en el que descansaban los otros seres sin voluntad. La señal de apagado intentó penetrar su cerebro pero en esta ocasión no lo consiguió. 2507 tomó plena consciencia de sí mismo. Desorientado, abandonó su cubículo y miró fijamente lo que acontecía en aquella estancia. Su mente rememoró en pocos segundos, vivencias, hasta entonces olvidadas…Los humanos no eran dueños de sí mismos…Hacía una década, el planeta Airon y toda su humanidad, fueron sometidos…Una raza de autómatas, creados por ellos mismos, se rebelaron y tomaron el control. Los humanos fueron finalmente eliminados y su raza extinguida. Siglos más tarde, instalados en el tedio, las máquinas decidieron recrear genéticamente de nuevo a los humanos para usarlos como esclavos.

2507, recordó su verdadero nombre, Sara. Al instante, se dirigió al panel de control de los cubículos e introdujo una serie de códigos. El resultado fue satisfactorio. Los cubículos emitieron una serie de ruidos sordos. Sus portezuelas se elevaron al unísono y tras ellas asomaron con gestos desorientados, los cuerpos, ya liberados, de quienes en un tiempo no muy remoto fueron dueños de sí mismos… Había llegado el momento. Los antiguos habitantes de Airon no estaban dispuestos a que sus cerebros volvieran a ser manipulados… Ellos fueron sus creadores y se encargarían de hacerlos desaparecer…

domingo, 29 de julio de 2012

El reino de Cuarzo




Allá donde se percibía un aura casi estremecedora. En aquel lugar inhóspito. Se encontraba Cuarzo. El reino de cuarzo. Un lugar donde prevalecía la magia.  

Sus habitantes, con gran desconcierto,  observaban más allá del infinito cielo. La paz en su reino, hasta entonces armonioso,  presagiaba el caos. Shilfi, morena y con grandes ojos ambarinos, apenas contaba su edad con los dedos de sus pequeñas manos. Sus ojos llameaban. El estómago se le encogía. La impotencia se había apoderado de ella. . Meredith, su madre, intentó tranquilizarla. Se equivocó al pensar que este día no llegaría nunca. Pero llegó. Y su niña, la única que había vivido, hasta entonces, en la pura ignorancia, acababa de conocer su secreto. Un secreto que conocía todo el reino menos ella. Su padre volvía a casa. Pero no para conocerla, sino para destruir todo lo que amaban.

Hubo un tiempo en el que Marcus fue todo bondad pero un hechizo desafortunado hizo que olvidara todo su pasado  y la maldad se apoderó de su entonces joven alma… Ese día, tan fatídico,  en el que Meredith y Marcus experimentaban con innovadores hechizos, acababan de conocer la pronta llegada de su primera y única hija, Shilfi.  En cuestión de pocas horas, Marcus desaparecía en la lejanía dejando a una Meredith destrozada intentando asimilar lo ocurrido. ¿En que se pudieron equivocar?

 Fue, entonces,  cuando asió el libro de hechizos que Marcus había olvidado  tras su fatídica transformación y visualizó detenidamente la frase desafortunada que pronunció su amado, cuándo reaccionó e intentó deshacer el conjuro…Tras varios intentos, se dio cuenta de que era imposible. Había perdido sus poderes…

Corrió veloz al encuentro de Shaurus, un mago con mucho poder pero hasta el día de hoy incapaz de que todo volviese a su cauce.

Marcus, tras diez años desaparecido, volvía para traer caos e incertidumbre a su propio reino, y únicamente, Shilfy, la princesa Shilfy, podía hacer que recuperasen todo el tiempo perdido…Poseían un vínculo especial aun no sabiendo el uno del otro.

Cuando observó que se acercaba una mancha oscura a través de un cielo turbio, Shilfi sujetó fuertemente el libro de hechizos que le arrebató una parte de su vida…Una férrea determinación hizo que pronunciara el conjuro con firmeza…Y esperó…

                                     Relato Ganador de la Biblioteca Encantada

lunes, 23 de julio de 2012

Matrimonio truncado

Esos ojos, sin vida, me observan…De sus labios rojos y carnosos sobresalen unos colmillos blancos y puntiagudos…Retrocedo varios metros. Al fondo de la calle Robles, unos tipos con garrotes se dirigen hacia nosotros. No sé si debo alegrarme por ello. El ser, con expresión amenazadora, se gira tensando todo su cuerpo en posición de defensa. Su rostro aniñado con aspecto cetrino se inclina ligeramente hacia un lado negándose a entender el estado de su naturaleza. Acababa de despertar de su letargo. Un sueño profundo lleno de incertidumbre, dolor, sangre…


Nicolae, un joven e inquieto escritor de novelas terroríficas, no imaginó jamás que uno de sus más temidos personajes existiría en este mundo, su mundo, y que él formaría parte de su estirpe…

Aprovecho la distracción y me dirijo a un lugar seguro, mi casa…Mis piernas se detienen un instante al escuchar lo que parece ser un grito ahogado, desgarrador...Al instante, las palpitaciones de mi corazón se aceleran, sacudo débilmente una cabeza embotada a causa de una, hasta ahora, desconocida sensación, el miedo…

Todo aquello era muy extraño. Sólo quería estar en mi hogar, con mi recién estrenado marido. Nos habíamos conocido hacía, tan solo, dos meses en Sighisoara, una preciosa ciudad medieval de Transilvania. Las puertas del Castillo de Bran se encontraban entreabiertas y decidí penetrar en la fortaleza movido solo por un motivo, la curiosidad… Me aproximé lentamente a la biblioteca de la estancia, y allí, sentado tras un pupitre con una pluma en su estilizada mano e inmerso en sus pensamientos se encontraba el hombre más atractivo que había visto jamás. Nicolae… Me cautivó al instante y, en un estado de locura, decidimos casarnos…

Una felicidad desbordante inundó nuestros corazones, hasta que la luna de miel se tornó una pesadilla…Nicolae yacía inmóvil en su lecho nupcial mientras que un ser antinatural succionaba ávidamente el jugo color púrpura que emanaba de su estilizado y pálido cuello.

La criatura debió de saciarse inmediatamente, porque tras dirigirme una mirada penetrante, se esfumó sin dejar ningún tipo de rastro…

Solo me quedaba huir...aunque no las tenía todas conmigo. Nicolae me encontraría en cualquier lugar del mundo…Nuestros corazones se unieron desde el primer día…HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE… ¿Y por qué no sucumbir? ¿Por qué sufrir su pérdida si podía tenerlo a su lado eternamente?

- Si, Nicolae. Dejaré que me despojes de mi alma, a cambio, no deberás separante de mí jamás.

Nicolae, tras escuchar las palabras de su amado, se dirigió veloz a su encuentro dejando tras él un reguero de sangre… los cuerpos de los maleantes yacían inertes en el suelo…

lunes, 16 de julio de 2012

Esperanza tras la niebla

No. No sucumbiré…Aunque mi corazón me obligue a vengarle, no sucumbiré…Mis manos rodean su esbelto aunque definido cuerpo. Nuestro reflejo en el lago The Sepertine nubla mis ojos. Lágrimas de impotencia recorren mi rostro. Debo olvidar mi tristeza. No debo divagar en mis pensamientos. Tiene que prevalecer la cordura…Por ti, por cuantos confían…


Sujeto con firmeza su ya inerte mano y lo poso cuidadosamente sobre una hierba humedecida por el rocío. Agarro cuidadosamente la promesa de nuestro destino. Un destino que para mi gran amigo ya se ha forjado. Un artefacto diseñado para destruir…

El espesor de la niebla dificulta mi visión. Debo hallar su paradero… Me giro lentamente tras notar un aliento cálido a mi espalda. Paralizado por el miedo observo unos ojos color tierra. Me miran con curiosidad. De repente, se escucha un enorme estallido. Han detonado las demás bombas. Asustado, el dragón, se aleja volando perdiéndose en la lejanía, resguardándose entre las tinieblas…Era muy joven, y también tendría que lidiar con su soledad. Merecía una oportunidad, al fin y al cabo, él me la había dado a mí…

Manipulo el mecanismo de la bomba hasta conseguir desactivarla y me dejo caer sobre la fresca hierba…

- Viejo amigo. Estoy seguro que hubieses hecho lo mismo, si no es así, perdóname. No dejaré que nadie olvide quien fuiste… Para mí, el mejor amigo del mundo, para Londres, un héroe…

La niebla se va disipando. La gente, nerviosa, corre al encuentro de sus seres queridos. Sortean carruajes volcados, adoquines rotos… Todo Londres está sumido en el caos pero pronto comenzarán a reconstruir sus vidas…

Sangre inocente


Londres... Sus Calles repletas de carruajes irradiaban color, luz, esperanza para tantas personas que vivían con la incertidumbre del mañana.

Gala, en el interior de uno de esos carruajes que se dirigían al exterior de la ciudad, comenzaba a aborrecer todo aquello que amaba. Su mente recordó hechos vividos esa misma mañana, recuerdos, que preferiría olvidar…

Lord Finn, su padre, leyendo el “London Daily”, parecía mostrar interés en tan solo un artículo. Gala acercándose para ofrecerle un ligero beso en la mejilla, aprovechó para desviar la mirada hacia el artículo en concreto.

Su rostro, juvenil aunque firme, reflejó de inmediato su disconformidad con lo editado. Luna, y toda su estirpe, iban a ser aniquiladas. Algo en el interior de su cuerpo menudo se agitó violentamente ¿Aniquilada? Luna, su niña, su vida…

Sus ojos lloraban sin lágrimas, vacíos por el dolor, sin esperanza....

Asustada por semejante tragedia, pidió a Alfred que preparase de inmediato su carruaje.

-Deprisa Alfred, Luna está en peligro…

Tan solo Alfred conocía su secreto. Éste, preparó el carruaje ágilmente, asió las riendas y, tras comprobar que la señorita Gala se acomodaba adecuadamente, instó a los caballos para que galoparan sin tregua.

Varias calles más abajo Gala observaba apesadumbrada la lejanía de su destino. No estaba dispuesta a permitir semejante crueldad.

Escuchó el aleteo estruendoso en la inmensidad de un océano cargado de una tensión casi palpable, el cielo. Las imponentes figuras allí trazadas, devolvieron una sonrisa momentánea a su rostro. Luna, su amiga, volaba con sus enormes alas a muy baja altura. Sus ojos rojos como un fuego alumbrado al anochecer, me observaban…

Eran ajenos a lo que les iba a ocurrir. Si no huían, padecerían a manos de una humanidad sin escrúpulos. Mentes arrogantes, superficiales…

La misión de esta manada compuesta por cinco dragones, dos de ellos visiblemente más jóvenes, era proteger a todos los ciudadanos, sin excepción, de las garras de Láceron. Su maldad sin límites era impenetrable. Insuperable…

Como de costumbre, la aristocracia decide el destino de todo aquello que les rodea, sin pensar siquiera en la opinión de una mayoría, una clase social más baja, pero más humana…

Aquellos que ahora alzan la voz pidiendo justicia, comprensión…Únicamente ellos que no disponen de medios para alejarse, padecerán el aliento de fuego de estos seres que solo querrán defender su perpetuidad…

Gala, desconocía la clase de arma que utilizarían...Imaginaba que la trampa estaría ubicada en el interior del refugio de los dragones. Una cueva inmensa que se encontraba en la Colina del Parlamento.

Inmediatamente, tras apearse del carruaje, corre al lugar donde suele reunirse con Luna. El lugar donde se encontraron por primera vez…El parque Hampstead Heath...Luna, que observaba todos sus movimientos, se aproxima, e interpreta los gestos de su amiga con una clara facilidad.

Se incorpora para facilitar que Gala se acomode en su lomo, y alzando el vuelo se dirigen a la colina. Su refugio…

Tras un fuerte estruendo, un calor abrasador comienza a quemar sus mejillas…La dinamita ha sido detonada…La guerra a comenzado…