Relatos escritos por Esther Sanz Agradecería vuestra opinión aunque sea negativa

domingo, 29 de julio de 2012

El reino de Cuarzo




Allá donde se percibía un aura casi estremecedora. En aquel lugar inhóspito. Se encontraba Cuarzo. El reino de cuarzo. Un lugar donde prevalecía la magia.  

Sus habitantes, con gran desconcierto,  observaban más allá del infinito cielo. La paz en su reino, hasta entonces armonioso,  presagiaba el caos. Shilfi, morena y con grandes ojos ambarinos, apenas contaba su edad con los dedos de sus pequeñas manos. Sus ojos llameaban. El estómago se le encogía. La impotencia se había apoderado de ella. . Meredith, su madre, intentó tranquilizarla. Se equivocó al pensar que este día no llegaría nunca. Pero llegó. Y su niña, la única que había vivido, hasta entonces, en la pura ignorancia, acababa de conocer su secreto. Un secreto que conocía todo el reino menos ella. Su padre volvía a casa. Pero no para conocerla, sino para destruir todo lo que amaban.

Hubo un tiempo en el que Marcus fue todo bondad pero un hechizo desafortunado hizo que olvidara todo su pasado  y la maldad se apoderó de su entonces joven alma… Ese día, tan fatídico,  en el que Meredith y Marcus experimentaban con innovadores hechizos, acababan de conocer la pronta llegada de su primera y única hija, Shilfi.  En cuestión de pocas horas, Marcus desaparecía en la lejanía dejando a una Meredith destrozada intentando asimilar lo ocurrido. ¿En que se pudieron equivocar?

 Fue, entonces,  cuando asió el libro de hechizos que Marcus había olvidado  tras su fatídica transformación y visualizó detenidamente la frase desafortunada que pronunció su amado, cuándo reaccionó e intentó deshacer el conjuro…Tras varios intentos, se dio cuenta de que era imposible. Había perdido sus poderes…

Corrió veloz al encuentro de Shaurus, un mago con mucho poder pero hasta el día de hoy incapaz de que todo volviese a su cauce.

Marcus, tras diez años desaparecido, volvía para traer caos e incertidumbre a su propio reino, y únicamente, Shilfy, la princesa Shilfy, podía hacer que recuperasen todo el tiempo perdido…Poseían un vínculo especial aun no sabiendo el uno del otro.

Cuando observó que se acercaba una mancha oscura a través de un cielo turbio, Shilfi sujetó fuertemente el libro de hechizos que le arrebató una parte de su vida…Una férrea determinación hizo que pronunciara el conjuro con firmeza…Y esperó…

                                     Relato Ganador de la Biblioteca Encantada

lunes, 23 de julio de 2012

Matrimonio truncado

Esos ojos, sin vida, me observan…De sus labios rojos y carnosos sobresalen unos colmillos blancos y puntiagudos…Retrocedo varios metros. Al fondo de la calle Robles, unos tipos con garrotes se dirigen hacia nosotros. No sé si debo alegrarme por ello. El ser, con expresión amenazadora, se gira tensando todo su cuerpo en posición de defensa. Su rostro aniñado con aspecto cetrino se inclina ligeramente hacia un lado negándose a entender el estado de su naturaleza. Acababa de despertar de su letargo. Un sueño profundo lleno de incertidumbre, dolor, sangre…


Nicolae, un joven e inquieto escritor de novelas terroríficas, no imaginó jamás que uno de sus más temidos personajes existiría en este mundo, su mundo, y que él formaría parte de su estirpe…

Aprovecho la distracción y me dirijo a un lugar seguro, mi casa…Mis piernas se detienen un instante al escuchar lo que parece ser un grito ahogado, desgarrador...Al instante, las palpitaciones de mi corazón se aceleran, sacudo débilmente una cabeza embotada a causa de una, hasta ahora, desconocida sensación, el miedo…

Todo aquello era muy extraño. Sólo quería estar en mi hogar, con mi recién estrenado marido. Nos habíamos conocido hacía, tan solo, dos meses en Sighisoara, una preciosa ciudad medieval de Transilvania. Las puertas del Castillo de Bran se encontraban entreabiertas y decidí penetrar en la fortaleza movido solo por un motivo, la curiosidad… Me aproximé lentamente a la biblioteca de la estancia, y allí, sentado tras un pupitre con una pluma en su estilizada mano e inmerso en sus pensamientos se encontraba el hombre más atractivo que había visto jamás. Nicolae… Me cautivó al instante y, en un estado de locura, decidimos casarnos…

Una felicidad desbordante inundó nuestros corazones, hasta que la luna de miel se tornó una pesadilla…Nicolae yacía inmóvil en su lecho nupcial mientras que un ser antinatural succionaba ávidamente el jugo color púrpura que emanaba de su estilizado y pálido cuello.

La criatura debió de saciarse inmediatamente, porque tras dirigirme una mirada penetrante, se esfumó sin dejar ningún tipo de rastro…

Solo me quedaba huir...aunque no las tenía todas conmigo. Nicolae me encontraría en cualquier lugar del mundo…Nuestros corazones se unieron desde el primer día…HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE… ¿Y por qué no sucumbir? ¿Por qué sufrir su pérdida si podía tenerlo a su lado eternamente?

- Si, Nicolae. Dejaré que me despojes de mi alma, a cambio, no deberás separante de mí jamás.

Nicolae, tras escuchar las palabras de su amado, se dirigió veloz a su encuentro dejando tras él un reguero de sangre… los cuerpos de los maleantes yacían inertes en el suelo…

lunes, 16 de julio de 2012

Esperanza tras la niebla

No. No sucumbiré…Aunque mi corazón me obligue a vengarle, no sucumbiré…Mis manos rodean su esbelto aunque definido cuerpo. Nuestro reflejo en el lago The Sepertine nubla mis ojos. Lágrimas de impotencia recorren mi rostro. Debo olvidar mi tristeza. No debo divagar en mis pensamientos. Tiene que prevalecer la cordura…Por ti, por cuantos confían…


Sujeto con firmeza su ya inerte mano y lo poso cuidadosamente sobre una hierba humedecida por el rocío. Agarro cuidadosamente la promesa de nuestro destino. Un destino que para mi gran amigo ya se ha forjado. Un artefacto diseñado para destruir…

El espesor de la niebla dificulta mi visión. Debo hallar su paradero… Me giro lentamente tras notar un aliento cálido a mi espalda. Paralizado por el miedo observo unos ojos color tierra. Me miran con curiosidad. De repente, se escucha un enorme estallido. Han detonado las demás bombas. Asustado, el dragón, se aleja volando perdiéndose en la lejanía, resguardándose entre las tinieblas…Era muy joven, y también tendría que lidiar con su soledad. Merecía una oportunidad, al fin y al cabo, él me la había dado a mí…

Manipulo el mecanismo de la bomba hasta conseguir desactivarla y me dejo caer sobre la fresca hierba…

- Viejo amigo. Estoy seguro que hubieses hecho lo mismo, si no es así, perdóname. No dejaré que nadie olvide quien fuiste… Para mí, el mejor amigo del mundo, para Londres, un héroe…

La niebla se va disipando. La gente, nerviosa, corre al encuentro de sus seres queridos. Sortean carruajes volcados, adoquines rotos… Todo Londres está sumido en el caos pero pronto comenzarán a reconstruir sus vidas…

Sangre inocente


Londres... Sus Calles repletas de carruajes irradiaban color, luz, esperanza para tantas personas que vivían con la incertidumbre del mañana.

Gala, en el interior de uno de esos carruajes que se dirigían al exterior de la ciudad, comenzaba a aborrecer todo aquello que amaba. Su mente recordó hechos vividos esa misma mañana, recuerdos, que preferiría olvidar…

Lord Finn, su padre, leyendo el “London Daily”, parecía mostrar interés en tan solo un artículo. Gala acercándose para ofrecerle un ligero beso en la mejilla, aprovechó para desviar la mirada hacia el artículo en concreto.

Su rostro, juvenil aunque firme, reflejó de inmediato su disconformidad con lo editado. Luna, y toda su estirpe, iban a ser aniquiladas. Algo en el interior de su cuerpo menudo se agitó violentamente ¿Aniquilada? Luna, su niña, su vida…

Sus ojos lloraban sin lágrimas, vacíos por el dolor, sin esperanza....

Asustada por semejante tragedia, pidió a Alfred que preparase de inmediato su carruaje.

-Deprisa Alfred, Luna está en peligro…

Tan solo Alfred conocía su secreto. Éste, preparó el carruaje ágilmente, asió las riendas y, tras comprobar que la señorita Gala se acomodaba adecuadamente, instó a los caballos para que galoparan sin tregua.

Varias calles más abajo Gala observaba apesadumbrada la lejanía de su destino. No estaba dispuesta a permitir semejante crueldad.

Escuchó el aleteo estruendoso en la inmensidad de un océano cargado de una tensión casi palpable, el cielo. Las imponentes figuras allí trazadas, devolvieron una sonrisa momentánea a su rostro. Luna, su amiga, volaba con sus enormes alas a muy baja altura. Sus ojos rojos como un fuego alumbrado al anochecer, me observaban…

Eran ajenos a lo que les iba a ocurrir. Si no huían, padecerían a manos de una humanidad sin escrúpulos. Mentes arrogantes, superficiales…

La misión de esta manada compuesta por cinco dragones, dos de ellos visiblemente más jóvenes, era proteger a todos los ciudadanos, sin excepción, de las garras de Láceron. Su maldad sin límites era impenetrable. Insuperable…

Como de costumbre, la aristocracia decide el destino de todo aquello que les rodea, sin pensar siquiera en la opinión de una mayoría, una clase social más baja, pero más humana…

Aquellos que ahora alzan la voz pidiendo justicia, comprensión…Únicamente ellos que no disponen de medios para alejarse, padecerán el aliento de fuego de estos seres que solo querrán defender su perpetuidad…

Gala, desconocía la clase de arma que utilizarían...Imaginaba que la trampa estaría ubicada en el interior del refugio de los dragones. Una cueva inmensa que se encontraba en la Colina del Parlamento.

Inmediatamente, tras apearse del carruaje, corre al lugar donde suele reunirse con Luna. El lugar donde se encontraron por primera vez…El parque Hampstead Heath...Luna, que observaba todos sus movimientos, se aproxima, e interpreta los gestos de su amiga con una clara facilidad.

Se incorpora para facilitar que Gala se acomode en su lomo, y alzando el vuelo se dirigen a la colina. Su refugio…

Tras un fuerte estruendo, un calor abrasador comienza a quemar sus mejillas…La dinamita ha sido detonada…La guerra a comenzado…

domingo, 15 de julio de 2012

Caos


Con el corazón encogido, una dura batalla se libra en mi interior.  Un torrente  de inquietantes pensamientos, nublan mi mente. La tenue luz de la noche, acentúa el incesante bombeo de ese maravilloso artefacto que apareció, hace tan solo unos días, en el interior de mi modesta pero apacible alcoba. ¿Cómo habría llegado hasta allí? Sus características eran de una naturaleza desconocida…

Con ojos lacónicos, observo  con recelo un metal ovalado de donde resurgen brillantes colores iridiscentes. Delicadamente, sujeto el artefacto y lo examino minuciosamente, como he venido haciendo durante estos largos y lluviosos días. Días en los que aún no he sido capaz de abandonar el interior de un lugar donde realmente me siento seguro, pero tengo que armarme de valor, e ir en busca del profesor Richard. Necesito averiguar la naturaleza de este artefacto,  su función…

¿El destino habrá  querido enviarnos  un arma con el que contraatacar a Isarus y Callahat? Esos dos seres están destruyendo  gran parte de nuestros hogares. Las gentes que en otro tiempo abarrotaban las calles de Londres, son incapaces, al igual que yo, de abandonar la seguridad de sus casas. Los víveres escasean. Debemos construirnos una coraza, tenemos que armarnos  del suficiente valor para combatir contra esos monstruos alados…

A través de su mandíbula prominente exhalan un fuego abrasador, incandescente…Seres maravillosos pero perturbadores, destruyen todo lo que amamos, lo que con nuestro esfuerzo nos ha costado levantar, con nuestras manos, palabras, frases, pensamientos…

Tantos hombres, jóvenes, pereciendo en el fraguar de la batalla…Ni las armas, consiguen mellar ni un ápice su inmenso cuerpo…

Sí, voy a inspirar hondo, voy a salir y que dios me bendiga…

Corro exasperado los pocos metros que separan nuestras casas a través de una lluvia de grisáceas cenizas. Mi rostro se viste de tristeza…agarro con firmeza el artefacto esperando a que Richard, un científico venido en años, oiga el golpeteo de la puerta de entrada.

-Richard, por dios, ábreme. ¿Richard?- me preparo para echar la puerta abajo. En esos momentos se abre y sobresale de ella el rostro del científico. Mostraba signos de cansancio…Su tez arrugada se escondía bajo una mata de pelo canoso, nunca le había visto tan desaliñado.

- Pasa querido amigo. ¿Qué te trae por mi humilde morada? Qué estupidez, como si no lo supiera. Vienes a buscar una solución. Agradezco tu confianza Alfred,  pero creo que has venido al sitio equivocado.

- No lo creo. Mira esto. Apareció en mi casa, sin más.- mis manos tiemblan esperanzadas.

-¿Cómo pudo llegar a tus manos? Pensé que lo había perdido, lloré creyéndolo destruido…Es uno de mis tantos inventos.- Sus ojos brillaban, su desconsuelo se esfumaba…

Abrió cuidadosamente el mecanismo del artefacto  y de él comenzó a erigirse una gran pantalla iridiscente. Richard, boquiabierto, aproximó su mano  deslumbrado por semejante visión...Se giró en dirección a Richard buscando en sus ojos unas explicación.

-Ahora que lo hemos recuperado, debemos aproximarnos  a su asentamiento y conseguir que penetren en este portal- dijo Richard mientras corrían hacia su destino…




La suerte de López

Esta cortina de lluvia ¿Será que está entorpeciendo mi visión? Creo haber visto al mismo chico rubio y melenudo dos veces consecutivas. No. Un café bien cargadito a la vuelta de la esquina y más vale que me dé prisa. En el trabajo no van a volver a permitir que llegue tarde.


- No voy a tolerar tanta incompetencia. Más vale que te apliques o te atendrás a las consecuencias.

Sí, eso me dijo el jefe. He de reconocer que me dio un poquitín de miedo. Y eso que no mide más de metro y medio. Ironías de la vida.

Uf ¿pero? No puede ser, tres. Tres veces el mismo tipo ¿Y si me restriego los ojos? Creo que no ha valido para mucho. Me está picando el gusanillo. Está aflorando, si, ¿la vena detectivesca? Claro, esa que me caracteriza. Voy a seguir con disimulo al último que se ha dejado ver. Vaya, se ha parado en ese puesto de salchichas. Esta farola servirá para esconderme ¿Está mirando hacia aquí? Falsa alarma. Se ha girado para ofrecerle a un cachorrito un trozo de su salchicha. La que acaba de comprar, claro.

Por fin ha reanudado la marcha. Menos mal. Se me han entumecido las piernas con la espera. La falta de ejercicio hace mellas en mi cuerpo.

¿A dónde se dirigirá? ¿A ese edificio? Es imponente. No me había fijado antes, claro, es que nunca se me había ocurrido atravesar esas calles. Siempre recorro el mismo trayecto para dirigirme al trabajo. Ese que estoy a punto de perder. Igual suplicando…

Apostados en la puerta se encuentran dos individuos. Dos idénticos. Lo sé porque estoy a un metro de distancia. Aprovecho que no se percatan de mi presencia, eso creo, y penetro en la instancia mirando absorto la inmensidad de riquezas visuales alojadas por doquier.

- Buenos días señor López.

- Javier, por favor.

-Señor Javier. Sígame por favor. Le estábamos esperando.

-¿A mí? Que detalle. Me siento alagado. ¿Y a qué se debe tanto honor?

- En primer lugar entre y acomódese.

Menuda sala. Tenía que estar prohibida tanta ostentosidad. Lo que más me llama la atención son las urnas de cristal ubicadas al fondo de la estancia. Deben de haber una veintena. Puaj… ahora que me he aproximado para ver mejor de que se tratan, creo que me estoy arrepintiendo.

Son fetos, unos mayores que otros y no son nada agradables de ver. Esto merece una explicación.

- Dígame señor…

- Prieto. Augusto Prieto.

-Señor Prieto. ¿Qué es lo que ocurre? He de confesarle que estoy intrigado ¿debería estar asustado?

- Depende… Hace aproximadamente una década venimos haciendo experimentos de clonación. Y hace poco más de un año que le hemos estado observando. Sinceramente nos ha resultado algo complicado idear una estratagema para conseguir conducirlo hasta nosotros. Nuestra idea era clonarlo a usted. No se preocupe, no notará nada. A partir de mañana no tendrá que preocuparse por su trabajo. Podrá tener todos los que quiera…

- ¿Estoy soñando…?