Relatos escritos por Esther Sanz Agradecería vuestra opinión aunque sea negativa

viernes, 30 de noviembre de 2012

Encuentro



Descubrí una roca plana en una playa cercana a mi hotel. Sentí que era especial. Me aproximé a ella y recorrí mi mano por la suavidad de sus formas. Al conseguir ponerme frente a ella, me tumbé boca arriba y me permití el lujo de mantener mi mente en blanco. El agua del mar, al chocar contra las rocas, salpicaba mis mejillas y mi cuerpo semidesnudo. Un bikini minúsculo tapaba las partes más sugerentes de mi cuerpo. La fresca brisa evocaba en mi, recuerdos apenas olvidados por el tiempo. Esas vivencias lejanas que se mantienen en un rincón de la mente, pero que solo se despiertan con pequeños estímulos sensitivos. Me incorporé unos centímetros y observando el horizonte pensé en lo poco que echaba de menos ciertos aspectos de mi vida.
La bravura de las olas no dejaban que mis ojos alcanzaran una visión más nítida del horizonte. Se asemejaba bastante a las sensaciones encontradas que experimentaba mi cuerpo desde hacía varios meses. Abrí los ojos. Un cuerpo varonil tapaba todo atisbo de luz solar. Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Llevaba tiempo esperando ese momento. El cosquilleo que me recorrió el vientre, afianzó un sentimiento que nació entre los dos e iba creciendo a medida que pasaba el tiempo.
Estas vacaciones no estaban pensadas para conocer un lugar recóndito del mundo. Ni siquiera para descansar de una vida sosa y rutinaria. No… Por fin conocía al amor de mi vida. Un amor que nació de las palabras… No sabía si perduraría en el tiempo. Lo único que podíamos hacer, era vivir cada minuto intensamente…

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