Relatos escritos por Esther Sanz Agradecería vuestra opinión aunque sea negativa

lunes, 16 de julio de 2012

Sangre inocente


Londres... Sus Calles repletas de carruajes irradiaban color, luz, esperanza para tantas personas que vivían con la incertidumbre del mañana.

Gala, en el interior de uno de esos carruajes que se dirigían al exterior de la ciudad, comenzaba a aborrecer todo aquello que amaba. Su mente recordó hechos vividos esa misma mañana, recuerdos, que preferiría olvidar…

Lord Finn, su padre, leyendo el “London Daily”, parecía mostrar interés en tan solo un artículo. Gala acercándose para ofrecerle un ligero beso en la mejilla, aprovechó para desviar la mirada hacia el artículo en concreto.

Su rostro, juvenil aunque firme, reflejó de inmediato su disconformidad con lo editado. Luna, y toda su estirpe, iban a ser aniquiladas. Algo en el interior de su cuerpo menudo se agitó violentamente ¿Aniquilada? Luna, su niña, su vida…

Sus ojos lloraban sin lágrimas, vacíos por el dolor, sin esperanza....

Asustada por semejante tragedia, pidió a Alfred que preparase de inmediato su carruaje.

-Deprisa Alfred, Luna está en peligro…

Tan solo Alfred conocía su secreto. Éste, preparó el carruaje ágilmente, asió las riendas y, tras comprobar que la señorita Gala se acomodaba adecuadamente, instó a los caballos para que galoparan sin tregua.

Varias calles más abajo Gala observaba apesadumbrada la lejanía de su destino. No estaba dispuesta a permitir semejante crueldad.

Escuchó el aleteo estruendoso en la inmensidad de un océano cargado de una tensión casi palpable, el cielo. Las imponentes figuras allí trazadas, devolvieron una sonrisa momentánea a su rostro. Luna, su amiga, volaba con sus enormes alas a muy baja altura. Sus ojos rojos como un fuego alumbrado al anochecer, me observaban…

Eran ajenos a lo que les iba a ocurrir. Si no huían, padecerían a manos de una humanidad sin escrúpulos. Mentes arrogantes, superficiales…

La misión de esta manada compuesta por cinco dragones, dos de ellos visiblemente más jóvenes, era proteger a todos los ciudadanos, sin excepción, de las garras de Láceron. Su maldad sin límites era impenetrable. Insuperable…

Como de costumbre, la aristocracia decide el destino de todo aquello que les rodea, sin pensar siquiera en la opinión de una mayoría, una clase social más baja, pero más humana…

Aquellos que ahora alzan la voz pidiendo justicia, comprensión…Únicamente ellos que no disponen de medios para alejarse, padecerán el aliento de fuego de estos seres que solo querrán defender su perpetuidad…

Gala, desconocía la clase de arma que utilizarían...Imaginaba que la trampa estaría ubicada en el interior del refugio de los dragones. Una cueva inmensa que se encontraba en la Colina del Parlamento.

Inmediatamente, tras apearse del carruaje, corre al lugar donde suele reunirse con Luna. El lugar donde se encontraron por primera vez…El parque Hampstead Heath...Luna, que observaba todos sus movimientos, se aproxima, e interpreta los gestos de su amiga con una clara facilidad.

Se incorpora para facilitar que Gala se acomode en su lomo, y alzando el vuelo se dirigen a la colina. Su refugio…

Tras un fuerte estruendo, un calor abrasador comienza a quemar sus mejillas…La dinamita ha sido detonada…La guerra a comenzado…

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